11 de marzo de 2013

Cuarentaytantos



Esta bien, al final me he rendido a la evidencia de mi cronología implacable. La cuarentena es una hecho incuestionable, que más vale alcanzar. Pero sobre todo lo debemos asumir más tarde o temprano, por que si no, nos convertiremos en cincuentones ridículos viviendo fuera de nuestro tiempo.




A veces es necesario invertir toda la década para concienciarse, pero es mejor adquirir mucho antes la certeza de que hemos llegado al inicio de la crepitud, instalarse cómodamente en ella y aprender pequeños trucos para que sea más fácil y transcurra lentamente, disimulando en ocasiones los achaques inevitables del paso del tiempo que no sean candidatos a solucionar.




Sobre todo, hay que tomárselo con una sonrisa, compartirlo con tus congéneres coetáneos, que te comprenderán solidariamente y activar todo lo posible tu cuerpo y tu mente para mantenerlos al máximo rendimiento posible y entrenado. 




Así que al final me he comprado unas gafas graduadas para la presbicia, y resulta que también tenía un poco de astigmatismo y no lo sabía. 







A lo mejor de esta manera recupero , aunque sea un poco, algunas de mis aficiones que últimamente no hago, como leer, estudiar y bloggear.


Noticias de ultima hora: horas antes de que se publique este post he perdido mis gafas... Larga vida a mis gafas!!

1 comentario:

ana dijo...

te superas!!