9 de junio de 2010

DIVAGANDO


Volviendo al invierno con esta lluvia incómoda. Yo lo único que siento es un sopor espantoso, algo aliviado por la lluvia, una rinitis y conjuntivitis incohercibles, también aminoradas por las aguas primaverales. !Qué ganas de irme de vacaciones!.
Mi rotación de la Reanimación ha terminado y vuelvo a la rutina de los quirófanos: los partes imposibles , los cirujanos con prisas, la desmotivación por el trabajo cuidadoso...

Tenemos chica nueva en la oficina, sangre fresca y joven, recién terminada la residencia.
Mi bienvenida más cariñosa para Cristina. Suerte en este tu nuevo destino.

Hoy he tenido un mal día, disquisiciones éticas en tono elevado con una amiga a la que aprecio mucho, pero la conversación parecía cómo si alguna de las dos tuviera la culpa de lo que pasa a nuestro alrededor. Sólo nos dejamos arrastrar por la corriente del río de la vida, en esta marea de intereses encontrados, lleno de tiburones al acecho de las debilidades de los que bucean incautos derrochando humanidad.
Al final sólo nos queda la búsqueda de la felicidad, intentando ser lo más coherente posible con nuestro yo, no siempre lo conseguimos, no siempre somos comprendidos, no siempre somos justos.

2 comentarios:

Luis L dijo...

Pues sí, Sonsoles.Así es nuestra vida.Sobre todo la de ciertas sensibilidades,que creo compartimos así como la edad y tiempo en la especialidad.A veces terminas hastiado.Yo decidí hace 4 meses tomarme medio año sabático..y se lo recomiendo para la gente que pueda.Parce que hubiera rejuvenecido 10 años,se recupera frescura mental y física.Y volver a seguir luchando con tus ideales de siempre e inconscientemente tomas conciencia de algunos pasos mal dados y de sus causas.En el mes de vacaciones que tenemos, si es que los juntamos, sólo da para desconectar, pero no para "resetearnos".Gracias por tu blog, colega.Un abrazo.

Sonsomar dijo...

Qué buena idea, un año sabático... mis ataduras mentales y económicas no me lo permiten, aunque si prescindiéramos de un montón de cosas es probable que económicamente no fuéramos tan dependientes, sobre todo cuando se trata de buscar la felicidad. Vivimos tan al día que no podemos pararnos a pensar en lo verdaderamente importante. Me alegro por ti.
Gracias por tu comentario, es un soplo de aire fresco.